¿Y si se pensara otra vez en el puente?
- laisla9
- 18 jun 2016
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(Foto tomada de http://victoryepes.blogs.upv.es/2013/07/29/construccion-del-puente-de-rande-en-vigo/)
Luego de que el alcalde del municipio Marcano, José Ramón Díaz, solicitara desempolvar el proyecto del enlace vial entre Margarita y tierra firme con el fin de reactivar la economía y turismo hacia la Isla, se ha reabierto el debate y surgen diversas opiniones con relación a este tema.
Esta obra, Chacopata-Coche-Margarita, consistía en unir con vialidad sobre el mar a los estados Nueva Esparta y Sucre, a través de una interconexión de cuatro canales, dos en cada sentido, para vehículos pesados y livianos.
Igor Viloria, presidente de la Cámara de Turismo de Nueva Esparta, dijo que se trata de un tema delicado; sin embargo, adelantó que es “100% benéfico porque haría más atractivo a Nueva Esparta, la comida no estaría retenida en Puerto La Cruz tanto tiempo, se mejoraría la comunicación y se generaría una oferta turística”.
Sin embargo, aseguró que esta propuesta debería estar acompañada de un trabajo impecable de vigilancia, donde se garantice la seguridad para los que entran, salen y viven en la región insular.
En este sentido, el legislador César “Culí” González rechazó retomar el proyecto, asegurando que “los problemas de Nueva Esparta no se solventan con un puente sobre el Caribe, “no comparto ese criterio y mientras pueda remar para que eso no se dé lo haré”.
Asimismo, Manuel Narváez, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, sugirió estudiar la infraestructura, reforzarla para luego abrir el debate, asegurando que mejoraría la calidad de vida, los servicios y las comunicaciones con tierra firme; sin embargo, a su juicio sería importante hacer una evaluación (tomado de El Sol de Margarita)
En este contexto retoma vigencia lo escrito por el poeta José Lira Sosa en su columna diaria "Granos de Sal" hace más de 20 años:
¿Y si se pensara otra vez en el puente?
Una de las informaciones que ha conmovido al viejo mundo, en estos últimos días, ha sido el acuerdo de los gobiernos de Francia y Gran Bretaña de construir un túnel por debajo del Canal de La Mancha para unir a ambos países.
Este costoso proyecto que Margaret Thatcher y Francois Miterrand, calificaron de grandioso, es una idea que venía siendo postergada desde hace 200 años particularmente por razones bélicas, muy justificadas en ese continente donde las guerras se suceden con una periodicidad lamentable.
El aspecto militar no se podía descartar a la ligera tanto más cuanto que napoleón Bonaparte fue uno de los primeros en proponer la construcción del túnel, lo cual en ese entonces no debía augurar nada bueno para los británicos que sabían de las habilidades y tendencias invasoras del gran conquistador.
Descartados los temores militares los dos países involucrados en el proyecto se han convencido de las ventajas económicas, políticas y simbólicas (la unidad europea) que obtendrán de ese puente de comunicación, al cual sospecho que nadie ha tenido el tupé de oponerse con el fácil argumento de la pérdida de insularidad de la Gran Bretaña.
Con este último llegamos a lo que nos interesa o sea si el apego casi religioso a la insularidad de Margarita y Coche debe continuar obstaculizando el relativamente modestísimo proyecto nuestro de unirlas al territorio que histórica, política y culturalmente pertenecen.
En el caso nuestro se sabe que existe el instrumento legal que permite la construcción de la obra y el interés de consorcios financieros que podrían asumir el riesgo sin que ello constituyera un problema presupuestario para el país, el cual actualmente, debido a la crisis, no puede encarar.
Algunos lectores pensarán que hago abstracción tramposa de un elemento esencial en este asunto y olvido que el Puente de Margarita fue la propuesta más ambiciosa que a la isla le hiciera el gobierno anterior (se refiere al gobierno de Luis Herrera Campins, nota del editor) y que ese mismo hecho la condena y la anula. En realidad no olvido nada y digi una vez más como lo aseguré en su oportunidad, que antes de Copei tomar esa idea, Salvador Ernández la había lanzado y promocionado a los cuatro vientos.
Esto quiere decir que sigue vigente y no veo la necesidad de esperar 200 años como hicieron los europeos, para hacerla realidad, lo cual allá, entre países diferentes se podría justificar, pero entre nosotros que somos un solo y único país, retardarla es un crimen inexplicable.
José Lira Sosa
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